En la finca de don Orlando se cultiva con mejores suelos
- Camilo Yepes
Ellos fueron, se mojaron, se untaron, hasta cortaron; todo lo tenían que hacer ellos. Hay una integración con toda la familia, que queremos que se replique en otras fincas".
Desafiando una pendiente a unos 1.400 m de altura, avanza esta transición con una veintena de profesionales en formación que aportan desde lo aprendido en clase, para garantizar, por ejemplo, la reducción considerable en el uso de químicos, aprovechando los residuos cotidianos.
(Congreso de Transporte: un éxito en investigación)
La profesora Salguero explica: "Ellos, como estudiantes, cada semestre van y aportan con una pequeña actividad que sea alcanzable, medible y realizable. Que lo que se deje perdure, ¿porque de qué nos sirve dejar algo que el productor no pudo seguir utilizando?".
El trabajo se hizo en equipo, todos en conjunto. Se hizo de la mano del productor, que es lo más relevante de todo: que él pueda ver resultados en su finca y pueda producir de una manera sostenible, que es lo mejor de todo".
En un congreso nacional
En un congreso nacional
Esta experiencia tuvo su primera ventana nacional en el Congreso Popular, Político y Científico de Agroecología de Colombia, organizado en la Universidad Nacional sede Bogotá del 16 al 19 de septiembre. Fue presentada por ella y por Juan Steban Serrato Lozano.
Fueron los dos únicos estudiantes de un programa diferente de Agronomía en asistir, más la oportunidad ideal de valorar la agroecología como movimiento y como disciplina, como sustenta la docente Salguero. "Las asignaturas se desarrollan en campo, la única forma de contextualizar lo que está pasando", añade.
De este proceso, en el que también han participado docentes y estudiantes de la Universidad del Tolima, se derivarían trabajos de grado de próximos biólogos ambientales, pues "se requiere de un trabajo más fuerte (...). Queremos que no sea solo él, sino dos o tres productores más".